Archive for the 'Crónicas' Category

¿Por qué será que nunca he podido ver un OVNI?

Nunca he podido ver un Ovni. Tal vez es porque es muy poco probable que existan (por no decir que, por ley deOvni probabilidades, es prácticamente imposible). O porque creo que son un producto de la fantasía. Y aquí ocurre como con los fantasmas y con tantas otras cosas de la vida: para ver, hay que creer. O estar dispuesto a hacerlo. Yo estuve a punto de ver uno; pero no lo vi.

¿Por qué no existen los Ovnis? Esto lo explica con argumentos el Físico y profesor Jorge Zuluaga en un artículo publicado en su blog Astro-Physics Today. El artículo, titulado: OVNI: Objetos Voladores Neciamente Identificados, rebate con argumentos la probabilidad de que existan este tipo de seres y naves.

UFOConozco a varias personas que aseguran haber visto fantasmas y ovnis. Una de mis hermanas, no voy a decir cuál, pero tengo permiso de ella para contar la historia, está convencida de haber visto un OVNI. Con toda seriedad quiero aclarar que mi hermana no duda de lo que dice, que es completamente sincera al contar su experiencia y que no ha necesitado inventar historias fabulosas para llamar la atención.

Ocurrió hace muchos años, en una limpia y despejada noche, en el oscuro barrio donde nos criamos, que en ese entonces quedaba en las afueras de Medellín (el voraz crecimiento de la ciudad hace rato se tragó mi barrio, casi sin que nos diéramos cuenta de cuándo y cómo ocurrió). Como no me acordaba muy bien de esa noche, solo recordaba que ella estaba muy pálida y asustada, la acabo de llamar para que me refresque la historia, y es ésta:

Seguir leyendo ‘¿Por qué será que nunca he podido ver un OVNI?’

¡Qué pregunta tan obvia!

Ayer me acosté a dormir más bien tarde. Leí algunas páginas del libro que ahora tengo entre manos, «Homo sapiens», de Antonio Vélez. Luego me puse a resolver el Sudoku del jueves en el periódico y me estaba quedando dormida con el diario en la mano; pero lo terminé entre cabeceos. Semidormida y satisfecha, apagué la luz de la lámpara que tengo ubicada en la cabecera de mi cama. Era el filo de la medianoche.

Cuando me estaba durmiendo empecé a sentir un estruendo de pólvora que explotaba ininterrumpidamente en un lugar que desde mi almohada resultaba incierto. Esperé un poco, pero los fuegos no cesaban de sonar.

Entonces decidí levantarme de la cama, abrí la ventana de mi alcoba y vi que en todos los rincones del cielo de Medellín, entre las luces titilantes de la ciudad y el negro del cielo, decenas de diminutos fogonazos de luz emergían erráticos desde lugares inesperados en toda suerte de barrios y se elevaban contra las montañas e iluminaban retazos del paisaje. Esperé otro poco, pero el espectáculo aleatorio no cesaba. No procedía de un lugar determinado, sino que era una sumatoria de lo que parecían ser celebraciones aisladas.

Me pregunté ¿cuál será el motivo de tanta fiesta? ¿Qué me estaré perdiendo? No lograba recordar ningún evento especial o alguna noticia de la que el país o la ciudad estuvieran pendientes. Se me ocurrió entonces que, en algún rincón del planeta, Medellín o Colombia habían triunfado en algo, en fútbol, por ejemplo, y yo desconocía ese motivo para armar tamaño estruendo.

Pasaron unos 15 minutos y la celebración seguía. ¿Cómo averiguo lo que pasa?, pensé. ¿Internet? No, internet no. ¡Ah!, ya sé, en la radio deben estar hablado de lo que está ocurriendo. Me dirigí a la cocina con la intención de prender la vieja radiograbadora que está sobre la mesa. La encendí y en la emisora que empezó a sonar estaban en un corte de comerciales. Fue cuando se me ocurrió llamar a la portería. Descolgué el citófono, marqué el número cero y me contestó Aurelio:

– «Portería, buenas noches».
– «Aurelio, buenas noches, soy Marta Restrepo. Cuénteme, por favor, ¿usted sabe qué pasa en Medellín?»
– «Pues, ¡que empezó diciembre!». Me contestó Aurelio, dándome a entender entre risas que yo estaba haciendo una pregunta obvia.


Un punto de vista muy personal

Este es el blog de Marta Restrepo. En él se expresan todas las Martas que me habitan: la racional, la emocional y todas sus subdivisiones.

Algo sobre mí

Entrevista en equinoXio, en la columna de Lully: "Al desnudo en mi balcón".

Nube de etiquetas