Chávez lo supo hacer bien, y logró maniatar muchas conciencias.
Increíble que la OEA flaquee de una manera tan vergonzosa en una situación como la de Venezuela. Toda esta tibieza está poniendo en evidencia la farsa de lo que es este organismo. Cómo es posible que la comunidad internacional esté avalando los abusos de poder en este país, de una manera tan evidente y desconcertante.