El sello indeleble de los inmigrantes

Acabo de leer en El Tiempo que en los últimos tres años han abandonado el país 760 000 personas. Son 760 000 extranjeros en otros países, que llevan consigo el sello indeleble de ser inmigrantes latinoamericanos, de «sudacas», colombianos para más señas, con todas las implicaciones sociales y la restricción de oportunidades que conlleva pertenecer a esta parte del Tercer Mundo.

Hay países, Holanda, por ejemplo, en los cuales si usted da a luz un hijo tendrá que salir de las fronteras para buscarle una nacionalidad, porque ese país se la niega. Mejor dicho, nació en Holanda, pero no es holandés. Eso le pasó a una amiga mía.

Cada país tiene sus propias políticas para proteger a sus nacionales del desempleo. De hecho, en Colombia los médicos extranjeros no pueden ejercer libremente su profesión, salvo que estén vinculados a un programa académico o que hagan un proceso de homologación de títulos. No sé cómo pueda ser el caso de otras profesiones. Y si eso es aquí, así también ocurre en el exterior, con el «handicap» que implica ser colombiano.

Entonces, el que se va con el deseo de alcanzar el sueño de encontrar la oportunidad que Colombia no le pudo dar o se fue huyendo del riesgo de ser asesinado por la guerrilla o los paramilitares, porque debe plata o porque le deben, sea por lo que sea, luego de la narcosis inicial que produce lo novedoso, muy pronto se encuentra con la realidad de lo que significa ser un inmigrante y de la discriminación que eso conlleva. No importan los pergaminos locales, en otros lugares para poco sirven. Y eso que estoy hablando de los que se han ido legalmente.

Y aunque no hay trabajo indigno, porque no lo hay, tampoco tiene sentido que una persona que dedicó varios años de su vida a estudiar y a capacitarse profesionalmente, que gastó millones de pesos, a veces endeudándose, se vaya al exterior a realizar trabajos que no requerían ninguna o casi ninguna capacitación, porque no tuvo otra opción ni aquí ni en cualquier otro lugar.

Alguien que es cercano a mí estudió su carrera con un crédito del Icetex (Instituto de Crédito Educativo y Estudios Técnicos en el Exterior); luego de graduarse, empezó a correr el calendario y no lograba conseguir trabajo; el taxímetro de la deuda le empezó a marcar cuotas vencidas e intereses y logró irse a trabajar a otro país, para poder y liberarse de la presión financiera y poner al día sus deudas. (Ahí va el cuento de las remesas del Banco de la República, que es tema para otro artículo).

Conozco personas que se han ido, que han perseverado y que se han sometido a todo el proceso que implica homologar sus títulos profesionales y que hoy tienen posiciones holgadas y reconocimiento profesional.

Sé de otros que se han acomodado a sus trabajos no calificados, que logran renovar sus visas, que sobreviven sin seguridad social, que compran carros grandes, que trabajan jornadas inhumanas para sostener el tren de vida que se impusieron y que se resignaron a su suerte.

Sin embargo, muchos de ellos y otros más, pagan un costo emocional muy alto y añoran volver a vivir en este caos en el que nacimos, crecimos, etc., pero no encuentran cómo ni cuándo volver.

8 Respuestas to “El sello indeleble de los inmigrantes”


  1. 1 Juan Camilo Barrera octubre 4, 2006 a las 7:42 pm

    Hola Marta! veo que nuestra tertulia matutina surtió buen efecto. Me gusta el tema, ya que es algo que personalmente vivo, con lo que conlleva a la re adaptación a Colombia luego de un buen tiempo de ausencia….

    Lo que dices de Holanda se aplica a Noruega…me acuerdo que varias personas nos preguntaban a mí y a mi esposa si queríamos «encargar» familia allá…pero si los hijos de extranjeros no nacen noruegos…mejor dicho, para que sean Noruegos uno de los papás debe ser ciudadano noruego…en fin.

    Hay otros países más abiertos a la inmigración calificada (Canadá y Australia principalmente) y cada día el número de colombianos que aplican a las visas de inmigración a dichos países, crece más y más…no sé cuando llegará el punto de saturación en ello, pero si la situación laboral en Colombia no mejora, si el subempleo no cede y si la estabilidad no aparece, entonces veremos un éxodo mayor luego…

    Me despido…buscando otro café para esta hora (2:42 pm)…
    Juan Camilo.

  2. 2 markota octubre 4, 2006 a las 8:02 pm

    Efectivamente, mi querido Juan Camilo.
    Este comentario surgió después de nuestra conversación matutina y de ver el artículo de El Tiempo. Preferí dejarte el espacio para que comentaras tu propio caso, en lugar de ser yo quien narrara la historia.
    Gracias por tus comentarios, siempre tan enriquecedores.
    Un abrazo virtual y muchas tertulias futuras.

  3. 3 THILO octubre 4, 2006 a las 8:42 pm

    HOLA. Gracias por la reseña. La realidad es que la mayoría de colombianos se van de Guatemala para Guatepeor, y nunca logran la prosperidad económica que anhelaban. Es llamativo que ahora hay muchas páginas de «buscar pareja», con fotos de niñas «buscando matrimonio» en Italia, Estados Unidos. España e Israel. No sé cuantas terminan en el Japón de prostitutas, después de responder al famoso aviso de la «Agencia de modelaje internacional». ¿Qué hace el gobierno al respecto, para informar, prevenir, y más aún, repatriar gente que llegó al extranjero con engaños? NADA.
    Por otra parte, gente con mucha preparación académica, y experiencia, repite el error día tras día, como lo señalas tu.
    Algunos regresan con un diploma de la «Mickey Mouse University» bajo el brazo, convencidos de su «absoluta ventaja competitiva» en el mercado laboral, por el cartón adquirido. He dicho. THILO

  4. 4 markota octubre 4, 2006 a las 10:38 pm

    Thilo, sin palabras. La tasa de desempleo subió del 11,3%, en agosto de 2005, al 12,9% en 2006. Pero también subió el subempleo. Según leí en El Tiempo, el DANE informó que en 2005 la tasa era del 32,5% y este año subió al 37,7%. Ni qué decir de los empleados temporales, que distorsionan todavía más las cifras reales. Si se depuraran todas estas estadísticas, la verdad sobre el desempleo podría asustarnos.
    Con este panorama es apenas lógico que tantas personas corran tras la quimera de encontrar en cualquier otro lugar del mundo esa promesa económica que nuestro país no ha podido ofrecerles, así tengan que atravesar el desierto del Sahara.
    Suerte con tu revista.

  5. 5 Julián Ortega Martínez octubre 5, 2006 a las 2:29 pm

    ¿De dónde sacan que «uno de cada 100 universitarios hace postgrado en el exterior»? Bastante incoherente ese subtítulo si líneas más tarde dice que

    De los que se gradúan de bachilleres, apenas nueve pueden acceder a la educación superior y, según Cobo, menos de uno tiene la posibilidad de realizar un postgrado en el exterior

    No se puede esperar más del catálogo de avisos con noticias de la familia Santos. La típica falta de rigor de los «postmodernos» medios «chibchombianos».

  6. 6 markota octubre 5, 2006 a las 5:05 pm

    Julián: Muy agudo tu comentario. Me puse a releer el artículo de El Tiempo, luego de lo que dices aquí y encontré otra imprecisión. La idea completa que aparece publicada es la siguiente:

    Según el presidente de Asocajas (gremio de las cajas de compensación), Álvaro José Cobo, de cada 100 colombianos que nacen diariamente, 80 pueden asistir a la escuela primaria.
    De esos 80, solo 45 logran llegar a las aulas del bachillerato (aunque no se dispone de cifras puede intuirse que la mayoría cursa sus estudios en colegios nacionales) y no todos terminan este ciclo.
    De los que se gradúan de bachilleres, apenas nueve pueden acceder a la educación superior y, según Cobo, menos de uno tiene la posibilidad de realizar un postgrado en el exterior.

    Qué tal esto:

    «De los que se graduan de bachilleres, apenas nueve pueden acceder a la educación superior».

    – ¿Nueve de cuántos estudiantes son los que se gradúan de bachilleres?

    «(aunque no se dispone de cifras puede intuirse que la mayoría cursa sus estudios en colegios nacionales)».

    – ¿Cómo así que «intuirse»? Hasta donde yo sé, las estadísticas no se intuyen. Más bien le pediría precisión al señor Cobo, acerca de cuáles son las cifras precisas y de dónde salen, y al periodista que no descargue contenidos sin asegurarse de saber qué es lo que está diciendo.

  7. 7 Cristiane da Silva Ortiz marzo 25, 2008 a las 11:47 pm

    Yo me gustaria interarme a respecto de como se haces para inmigrar a Canadá y Austrália,algunos dicen que solo se puede ir ai si hablas inglés fluentemente.Y como hará los que no hablan?????Hasta que punto la inmigracion es abierta ai????Gracias!!!Cristiane.

  8. 8 Jenny Andrea abril 7, 2009 a las 11:38 pm

    Hola, yo llevo 4 años en España y la verdad he tenido mucha suerte o quizás fueron los valores que mis padres han sembrado en mi vida pues no he tenido ningún problema por ser colombiana, aunque ahora ya tengo la nacionalidad española, yo me integrado muy bien e incluso hablo gallego ya que vivo en Galicia y mi hijo aunque nació en Colombia también es feliz aquí y le va muy bien con el idioma gallego y tiene muchas amistades. Yo pienso que cada quién se labra su propio destino y ese cuento de que estamos estigmatizados por ser naciolidad colombiana es solo un complejo de algunos pocos que no saben que el mundo se ha globalizado y da igual si eres chino o peruano. Un saludo.


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